Espero para este momento ya hayas leído la primera parte, y si no…run right now! aquí te espero.
Y bueno, así fue la cosa, ignore el mayor tiempo posible los brotes de acné, también deje de verme en el espejo para no deprimirme y poder usar mi armadura todos los días, hasta que las miradas de las personas eran muy notorias para mi sobre mi problema, y que cada vez que me veía al espejo o me lavaba el rostro terminaba llorando, eso me llevo a empezar a buscar información en internet. Y lo que encontraba en internet me causaba terror.
Mi caso lucía como el comienzo de acné quístico. ¿Y qué eso? En simples palabras es una enfermedad cutánea que se presenta en forma de barros grandes, estas lesiones quísticas producen dolor, y dentro tienen acumulaciones de líquido en lo profundo de la piel que puede infectarse. Era mi mayor miedo. Así que llorando le pedí a mi mamá que me llevará con un especialista por que ya se me estaba saliendo de las manos y por más que usaba mi coraza todos los días para lucir como si nada de eso me afectase, ya había llegado al punto en que me sobrepasaba.
Fui con una especialista, la doctora Alejandra Villareal (me atrevo a recomendarla abiertamente porque es una mujer muy preparada y muy buena en su campo) ella me reviso el rostro y la espalda que eran los lugares donde yo tenía brotes, concluyo con un estudio de sangre y su evaluación que era acné hormonal, para mi sorpresa estaba completamente sana, en ese entonces tenía sobrepeso y eso es algo que no le tomo importancia pero si recomendó cambiar, mi estilo de vida alimenticio en ese entonces se encontraba en transición de perder hábitos que no eran realmente buenos para mi cuerpo y aprender acerca de la comida, de los procesados, como funciona la mercadotecnia (carrera que estudio) en los productos alimenticios y saber leer las etiquetas (que aunque no lo creas son realmente engañosas). «God bless marketing»
Con este cambio de vida tuve que tomar medicamentos durante 8 meses seguidos, al principio platique con mi doctora y le pregunte «si eso no afectaría mi riñón, pues había leído y visto experiencias que pasaron por tratamientos de acné y que tuvieron que detenerlos por problemas de salud» ella me calmo y me dijo que eso no pasaría conmigo pues el medicamento no era dañino, pero por cualquier cosa de que mi cuerpo reaccionará mal yo estaría en chequeo cada mes los primeros 2 meses para ver que tal reaccionaba y cuando aumento la dosis se me checo cada 2 meses. Y así fue, 2 meses después mi cuerpo estaba en óptimas condiciones (más sana que antes) debido a que consumía menos grasas que antes y empece a ir al gimnasio, con el dolor de mi alma le dije adiós a la leche de vaca deslactosada por un sustituto cómo me recomendó mi doctora, ella me explicó que no recomendaba la leche de vaca y ahora la entiendo, tengo mejor digestión y no tengo alto el triglicéridos.
Ahora cuando alguien me pregunta «¿Porqué consumes leche de almendras, si está bien cara?» mi respuesta es simple: existe una buena razón por la cual tu madre sólo te amamanto cierto tiempo en tu etapa de recién nacido, de la misma forma en los animales, después de ese lapso en que tu cuerpo se adapta al nuevo entorno y tus huesitos se vuelven fuertes y empiezan a crecer la leche es sumamente importante, después de eso el animal no la vuelve a necesitar…¿por qué la necesitaría el ser humano?
Y así fue mi historia, 7 meses después mi rostro uno o dos brotes, pero ya no me salían las papulas. Cuando termine el tratamiento estaba aterrada, y que pasaba si volvía a salirme acné, pero no ha vuelto a ser de esa manera. Obviamente desde que tomaba el medicamento hasta hoy en día mi rostro a tenido granos, cuando me estreso, cuando estoy cerca de mi días del mes, cuando no duermo bien por un lapso o cuando como mucha chatarra.
Así es la vida de un rostro de piel muy grasa, navegar entre días buenos y días malos. Pero también soy más consciente de lo que como, de la importancia de la limpieza después de un día de traer maquillaje, hacer ejercicio, meditar para relajarme y lo religiosa que me he vuelto desde tener buenos resultados con una rutina de skincare.
Sea cual sea tu caso, espero que si estás pasando por algo similar te pueda ayudar mi historia por que mi conclusión es la siguiente: si tienes uno que otro granito las razones pueden ser las antes mencionadas: estrés, mala alimentación, mala limpieza, una mala digestión, o excesos. Si tu problema empieza a ser más que eso, acné en muchas partes del rostro y que no desaparezcan empieza a afectar tu seguridad te recomiendo buscar un especialista, es cierto puede ser algo costoso, pero no hay nada mejor que invertir en ti mismo, tu salud, tus gustos, etc.
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See you later, healthier.
LLevar una vida saludable 